El agente que me sostiene pasa mi custodia a otro agente rubio con perilla, menos agresivo, que me sostiene por la muñeca sin apenas fuerza, al que le pregunto “¿Qué pasa por que nos tratan así?” El policía mayor, el canoso, regresa con el alcoholímetro y me hace soplar varias veces a fuerza de gritos.. Doy positiva y le explico: “yo no conduzco, señor”. El hombre regresa a la patrulla, mi amiga grita que la están golpeando en la cabeza, que por favor mire la matricula, y el rostro del policía que la inmoviliza y golpea…En ese instante el agente menos agresivo me había soltado y se encontraba a unos dos metros de mí. De modo que ante los gritos de desesperación de mi amiga avanzo unos dos o tres metros hasta el coche para poder ver el rostro del agresor y la matricula...
Podéis leer el resto de este estremecedor suceso, en el blog de Illy Nes. No tengo palabras para describir la impotencia que he sentido al leer el relato, que probablemente no sea ni una mínima parte de la que sienten las victimas del mismo.
Desde aquí, todo mi apoyo, espero que os recuperéis pronto y sobretodo que podáis solucionar este asunto como es debido y esos descerebrados acaben donde deberían estar.
Muchos ánimos
Publicado por Den a las 19:39
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1 comentarios:
Joder, vaya tela con la policia :/
Hay mucho descerebrado de mierda suelto.. (especialmente en esa profesión)
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